jueves, 2 de mayo de 2013

Mejor Libro Infantil del 2012

El mejor libro infantil del 2012 es:"El arenque rojo".

Estés donde estés, cerca de ti hay historias. Muchas historias. Tantas como personas. Pero ¿las vemos? 

A veces sí. Y en eso consiste este libro. Al principio, la primera vez, solo verás el arenque rojo. Un pretexto para distraerte, un juego, casi una broma. Pero, en el fondo, es tu mirada. El arenque eres tú, es cualquiera que mire estas páginas. ¿Quieres intentarlo?

‘El arenque rojo’ no tiene la originalidad como objetivo y, sin embargo, lo es como lo son los niños y las revoluciones. ‘El arenque rojo’ es un libro, pero también un parque, y una ventana, y un mundo, y un vistazo al interior de quien lo mira. ‘El arenque rojo’ es una invitación, la de las precisas palabras de Gonzalo Moure y las delicadísimas ilustraciones de Alicia Varela, a ver, a mirar, a observar, a sentir...

‘El arenque rojo’ es la historia de un poeta que vuela, de un niño que lo convierte en su globo, de una señora capaz de silbar como un chaval, de un señor capaz de enamorarse de la señora que silba como solo se enamoran los valientes, de un gato que se hace amigo de un perro, de un perro muy amigo de un ciego que ve más que él, de una chica que tiene una nube suspendida encima de su cabeza, de un muchacho que sueña con ser Cristiano Ronaldo cuando es mucho mejor que él, de abuelas que tejen sueños, topos que perforan mundos, padres que fabrican alas para sus hijos. 

Es una historia y mil historias, todas entretejidas por un arenque rojo que primero se empeña en no dejártelas ver y luego te lleva de una en otra, como sólo los arenques rojos y nosotros mismos somos capaces de hacer. 

Es todo eso y la constación de que el talento siempre es silencioso, de que a ser original no se aprende en las escuelas de marketing. ‘El arenque rojo’ es, en definitiva, un gran libro. Un libro enorme.  

jueves, 25 de abril de 2013

Esta semana, concretamente el 23 de abril, ha sido el día del libro, por lo que les dejamos el siguiente enlace para que recuerden que el libro es el mejor acompañante en nuestra vida.

Un lector no nace, se hace!!


El interés por la lectura se debe inculcar a un bebé desde la cuna y tratar, con persistencia y dedicación, que se convierta en un hábito. Es fundamental para los niños que aprendan a buscar conocimientos mediante la lectura desde la más temprana edad. Los niños deben oír historias lo antes posible. Se recomienda además que lo hagan con disciplina, es decir, teniendo fijada una hora al día para hacerlo, que se convierta en costumbre. Podría ser a la hora de dormir, o después de la comida. No es necesario esperar a que un niño lea para que él pueda tener contactos con los libros.

Hay libros para todas las edades. Libros sólo con imágenes, para que los padres vayan indicando el nombre de cada imagen y haciendo con que el bebé lo repita, hay libros con vocabularios, es decir que además de la imagen lleva también el nombre debajo de la misma, para que el bebé vaya visualizando las letras y las palabras. Y los libros con texto e ilustraciones para los niños que ya saben leer. Los padres de niños que todavía no saben leer deben leer una y otra vez lo que sus hijos les piden. No deben limitar sus gustos. Que ellos lean lo que les interesan, sea lo que sea. Los padres deben valorar el momento de lectura de los hijos. Valorar y diversificar los temas hablando de ellos con los niños, favoreciendo todo tipo de libro, sea del material que sea (tela, cartón, plástico, etc.), y valorar el tiempo que los niños se dedican a la lectura.


Poesía: "EL NIÑO"

Tendido se hallaba un niño,
los libros cerrados siempre,
unas veces por asiento,
por cabecera otras veces.
Un viejo que fatigado 
con la hoz segaba mieses
cerca de él, con desenfado
le dijo al par: <<¡Qué imprudente 
niño incauto! ¿no ves que el tiempo
que dejas pasar no vuelve?>>
<<Tiempo tengo, dijo el niño,
de estudiar>>. <<Sí, joven eres, 
sacude pues tu pereza 
y piensa más diligente 
que el tiempo una vez perdido.
perdido está para siempre>>.

jueves, 18 de abril de 2013

Poesía


Les presentamos a continuación una poesía muy bonita sobre la lectura,esperamos que les guste.

MARFIL


Marfil es un elefante
que lee y lee
y todo le parece fascinante,
pero la memoria le falla.

Marfil busca entre los libros
y cuando no recuerda, se pregunta:
¿Dónde está mi memoria?
quizás la olvidé en un cuento
voy a leer, a ver si la encuentro.

Marfil nació inteligente,
pero hay algo en él
que le hace diferente,
le cuesta un poquito más aprender.

Marfil tiene el corazón lleno de ilusión
con amor, esfuerzo y tesón
aprenderá mogollón.

Poesía



   DESTRABA LENGUA


El mono se subió al árbol
¡como… no! para fastidiar.
Todo porque no pude
tres palabras pronunciar.

Del trastorno me ha salido
un enorme sarpullido
por su falta de solidaridad.
Ahora que las he dicho
quizás se me pasará.

La lengua se me ha trabado
por un verbo mal conjugado.
Insisto y vuelvo a insistir
repito de nuevo viniste
aunque me parezca un chiste.

No tengo ningún prejuicio
que la lengua no es un trapo
pegado con esparadrapo.
Quizás el mono del árbol
si insisto, quiera bajar.

La lengua se me ha trabado
todo porque no pude
tres palabras pronunciar.
Pero quizás tú si has podido
al mono del árbol bajar

jueves, 4 de abril de 2013

Maneras Divertidas de Fomentar La Lectura.


La lectura puede abrir las puertas hacia un mundo de información. Los padres y maestros pueden hacerlo por medio del ejemplo y la conversación. Dele a los niños la oportunidad de jugar, hablar y de oír cuando usted les hable. Escuche lo que tienen que decir y conteste todas las preguntas que ellos hagan. Lea en voz alta a sus niños todos los días. Las siguientes actividades son divertidas hacerlas con los niños, fomentan la lectura y refuerzan la importancia de la escuela.


El Cuaderno del Abecedario: Use la parte posterior de hojas usadas. Escriba una letra mayúscula y una letra minúscula en cada página. Pídales a sus niños que vean revistas y periódicos y conecten cada letra con una foto. Recorte la foto y péguela en la página de la letra y reúna todas las páginas para hacer un libro con ellas.
Búsqueda del Alfabeto: Haga una lista de las letras del alfabeto. Deje que los niños busquen e identifiquen dentro de la casa objetos que empiezan con cada una de las letras del alfabeto.
Caricaturas: Recorte una historia con caricaturas figura por figura. Deje que los niños las pongan juntas en orden y cuenten la historia que han creado.
Juego de Concentración: Juegue usando cupones, los niños necesitan conectar dos productos similares, aunque las marcas sean diferentes.
Cree Historias: Invente historias con sus niños. Tomando turnos con sus niños para añadir partes a la historia hará esta actividad más divertida.
Anticipe el Final de la Historia: Vea un libro con recortes e historias y pídale a los niños predecir el final de la historia basados en las fotos. Después de la predicción, lea la historia completa a su niño.
Búsqueda en el Periódico: Haga una lista de cosas a buscar y encontrar en el periódico (ejemplo: historias cómicas del gato Garfield, resultados de deportes, historia sobre determinado evento, el reporte del tiempo, un anuncio de carro, etc.)
Recetas: Elija recetas simples y ayude a los niños a preparar y hornear la receta. Los niños deben leer las instrucciones y medir los ingredientes. Esto fomenta el uso de matemáticas y lectura.
Repetición: Deje que su niño le cuente la historia después que usted termine de leerla.
Caminata Sin Accidentes: Lleve a sus niños a una caminata alrededor del vecindario o al parque. Señale rótulos, números de casas, nombres de las calles y nombres de negocios. En el parque deje que sus niños nombren cada uno de los juegos (ejemplo: columpio, etc.)
Directorio Telefónico: Haga una lista de nombres o negocios en su ciudad. Deje que los niños los busquen en el directorio telefónico.
Lo más importante es el tiempo que usted comparte con su niño. La lectura es una actividad muy importante para fomentarla.

Los beneficios de La Lectura



El gusto por la lectura tiene muchos beneficios, en los niños especialmente, ayuda a despertar la imaginación y creatividad que en la vida adulta lo ayudará encarar los problemas con una mejor actitud y buscando varias alternativas para solucionarlos.


1. Un niño que lee, en general es mas independiente intelectualmente que uno que solo ve televisión. La televisión con sus imágenes, presenta una versión de la realidad, el libro al no presentar imágenes, deja la mente libre para imaginar y sobre todo cuestionar.
2. Terminar de leer un libro representa un esfuerzo realizado, mucho mayor que ver un programa de televisión. El esfuerzo brinda la satisfacción de haber dominado algo difícil, incrementando la autoconfianza del niño.
3. La lectura es esencial para lograr un dominio del lenguaje, al dominar el lenguaje el niño puede expresarse mejor, transmitir sus sentimientos y necesidades e interactuar más fácilmente con otras personas y situaciones.
4. La lectura de un buen libro, puede ayudar al niño a comprender las relaciones entre las personas y comprenderse el mismo.
5. La lectura es la base de la educación y la educación es el factor esencial de igualdad social en el mundo. Un niño que siente placer al leer un libro, será un adulto capaz de utilizar la lectura como una herramienta básica para poder desarrollarse con éxito en la  cada vez más competitiva sociedad actual.

El burrito descontento.



Érase una vez un día de invierno muy crudo. En el campo nevaba copiosamente, y dentro de una casa de labor, en su establo, había un Burrito que miraba a través del cristal de la ventana. Junto a él tenía el pesebre cubierto de paja seca. - Paja seca! - se decía el Burrito, despreciándola. Vaya una cosa que me pone mi amo! Ay, cuándo se acabará el invierno y llegará la primavera, para poder comer hierba fresca y jugosa de la que crece por todas partes, en prado y junto al camino!
Así suspirando el Burrito de nuestro cuento, fue llegando la primavera, y con la ansiada estación creció hermosa hierba verde en gran abundancia. El Burrito se puso muy contento; pero, sin embargo, le duró muy poco tiempo esta alegría. El campesino segó la hierba y luego la cargó a lomos del Burrito y la llevó a casa. Y luego volvió y la cargó nuevamente. Y otra vez. Y otra. De manera que al Burrito ya no le agradaba la primavera, a pesar de lo alegre que era y de su hierba verde.
- Ay, cuándo llegará el verano, para no tener que cargar tanta hierba del prado! Vino el verano; mas no por hacer mucho calor mejoró la suerte del animal. Porque su amo le sacaba al campo y le cargaba con mieses y con todos los productos cosechados en sus huertos. El Burrito descontento sudaba la gota gorda, porque tenía que trabajar bajo los ardores del Sol. - Ay, qué ganas tengo de que llegue el otoño! Así dejaré de cargar haces de paja, y tampoco tendré que llevar sacos de trigo al molino para que allí hagan harina. Así se lamentaba el descontento, y ésta era la única esperanza que le quedaba, porque ni en primavera ni en verano había mejorado su situación.
Pasó el tiempo... Llegó el otoño. Pero, qué ocurrió? El criado sacaba del establo al Burrito cada día y le ponía la albarda. - Arre, arre! En la huerta nos están esperando muchos cestos de fruta para llevar a la bodega. El Burrito iba y venía de casa a la huerta y de la huerta a la casa, y en tanto que caminaba en silencio, reflexionaba que no había mejorado su condición con el cambio de estaciones.
El Burrito se veía cargado con manzanas, con patatas, con mil suministros para la casa. Aquella tarde le habían cargado con un gran acopio de leña, y el animal, caminando hacia la casa, iba razonando a su manera: - Si nada me gustó la primavera, menos aún me agrado el verano, y el otoño tampoco me parece cosa buena, Oh, que ganas tengo de que llegue el invierno! Ya sé que entonces no tendré la jugosa hierba que con tanto afán deseaba. Pero, al menos, podré descasar cuanto me apetezca. Bienvenido sea el invierno! Tendré en el pesebre solamente paja seca, pero la comeré con el mayor contento.
Y cuando por fin, llegó el invierno, el Burrito fue muy feliz. Vivía descansado en su cómodo establo, y, acordándose de las anteriores penalidades, comía con buena gana la paja que le ponían en el pesebre. Ya no tenía las ambiciones que entristecieron su vida anterior. Ahora contemplaba desde su caliente establo el caer de los copos de nieve, y al Burrito descontento (que ya no lo era) se le ocurrió este pensamiento, que todos nosotros debemos recordar siempre, y así iremos caminando satisfechos por los senderos de la vida: Contentarnos con nuestra suerte es el secreto de la felicidad.



El uso del diccionario...¡MUY IMPORTANTE!






El uso del diccionario es muy importante cuando estamos leyendo porque hay miles de palabras nuevas y tenemos que saber su significado para entender la lectura.
Haz click en el siguiente link para repasar los tipos de diccionarios y cómo se utilizan.


miércoles, 3 de abril de 2013

El minicuento



Malena pasa horas hablando con su Ángel. Cuando alguien aparece él desaparece, juegan y viven las mas lindas aventuras.

Un día el Ángel invita a Malena al País de los Juegos. Entran por una puerta grandiosa pero muchos niños no lo pueden hacer porque no saben jugar. Recorren pasillos, calles y autopistas, llegan a un formidable baúl donde ven personas con la piel marchita, los labios como cerraduras, las manos con garfios y los pies de piedras, así es como se quedan los que no saben jugar.

Malena, muy triste pide regresar y así poder enseñar a todos los niños a que nunca,  nunca, nunca, 
dejen de jugar.

FIN



lunes, 1 de abril de 2013

Los cuentos del bichejo




A continuación les dejamos un cuento bastante bonito para los más pequeños. Tiene relación con la lectura de cuentos por lo que me ha parecido bastante interesante. Esperamos que les guste. 

Los cuentos del bichejo

Después de haber estado tantos años teniendo una habitación para ella sola, Nerea vio como la cosa cambiaba cuando cumplió 8 años.

- No seas refunfuñona, Nerea. El abuelo viene solo por una temporada. Cuando acabe el invierno volverá a su casa y tú podrás recuperar tu habitación.

- Claro, pero mientras tanto, la que tiene que dormir con el bichejo soy yo.

El bichejo no era una lagartija gigante, ni un animal peludo y gruñón, sino el apodo que Nerea le había puesto a su hermano pequeño, Pablo. Y es que Nerea, aunque hacía ya casi dos años que Pablo era su hermano, seguía sin comprender por qué todo el mundo le hacía tanto caso. ¡Con lo aburrido que era! Casi no hablaba, andaba como si fuera un pato mareado y lloraba cada dos por tres. ¡Si al menos supiera jugar a la peonza, o contar cuentos, o ayudarle a resolver los problemas de 
matemáticas!

Así que Nerea vio con horror cómo trasladaban su pequeña cama de colores a la habitación de Pablo.

- ¡Ya verás como es genial! Yo siempre compartí habitación con mi hermana y nos lo pasábamos bomba – intentó convencerla su madre.

Pero Nerea no lo veía claro. No se podía comparar su divertida tía Rita, con aquel niño llorón y torpe que la seguía a todas partes y la miraba con aquellos enormes ojos grises.

- ¡No me mires así, bichejo! Si tú tuvieras una habitación tan bonita como la mía, tampoco se la querrías dejar al abuelo.

Pero Pablo la miraba con sus enormes ojos grises y le daba la risa. ¿De qué se reía aquel mocoso? Nerea suspiró. Aquel invierno iba a ser muy muy complicado.



Y así fue al principio, sobre todo por las noches. Y es que el bichejo se acostaba muy pronto y no se podía hacer ni un solo ruido y mucho menos dejar la luz encendida. Aquello sí que era un verdadero problema para Nerea, ¡con lo que le gustaba leer por la noche! Antes siempre le contaba un cuento Papá, pero desde que el bichejo había llegado a casa, Nerea había comenzado a leerlos ella sola. Al principio, la refunfuñona Nerea había protestado mucho, pero después había descubierto que leerlos sola era muy divertido. Le gustaba poner voces, imitar a los personajes e imaginarse siempre que ella era la protagonista. ¡Y ahora aquello había terminado!

Pero Mamá, al verla tan disgustada, tuvo una gran idea:

- Nerea, ¿por qué no le lees tú los cuentos a Pablo? Así tú podrás seguir disfrutando de ellos y además se los enseñarás a tu hermano.

- Bah, ¿para qué? Si el bichejo no entiende nada.

- ¡Venga, anímate!

Y a Nerea no le quedó más remedio que empezar a compartir sus cuentos con Pablo. Las primeras noches, el bichejo la miraba con sus enormes ojos grises y bostezaba aburrido. Y Nerea, bostezaba más aburrida todavía. Los cuentos del bichejo eran simples y llenos de colores. ¡Algunos ni siquiera tenían letras!

- ¡Cómo voy a contarle un cuento sin palabras! ¿Qué hago, me las invento?

Y eso fue exactamente lo que hizo: inventarse el texto de los cuentos de Pablo. Que si un hada por aquí, que si una oveja que hace bee por allá, que si perro que hace guau, que si una niña traviesa que canta una canción. Así, poco a poco, Nerea comenzó a conseguir que el niño se divirtiera con ellos.

- Y entonces llegó la bruja con cara de mala. Escucha, bichejo, era muy mala y se reía así: ¡UAJAJAJAJA!

- ¡acacacaca!

- No, bichejo, ¡UAJAJAJA! ¿A ver cómo lo haces tú?

El pequeño intentaba imitar una y otra vez la risa de la bruja mala del cuento, pero ¡no había manera! Pero aunque no lo conseguía, ¡era tan gracioso intentándolo!

Y así, entre cuentos, fue pasando el invierno, y antes de que Nerea se diera cuenta el abuelo cogió sus cosas y se marchó de vuelta a casa.

- ¿Estás contenta, Nerea? ¡Por fin vas a recuperar tu cuarto!

Pero la niña no estaba contenta. Por un lado, tenía ganas de volver a su habitación, con su alfombra de rayas, sus estanterías llenas de libros y sus paredes verdes, pero había algo que iba a echar de menos: ¡al bichejo! En todos aquellos meses habían pasado tanto tiempo juntos y se habían divertido tanto, que Nerea había comprendido por qué todo el mundo le hacía tanto caso: ¡era un bichejo adorable!


Por eso, cuando Papá le anunció que volvía a su cuarto, su cara no fue precisamente de alegría.

- ¿Qué pasa Nerea? ¿No era lo que querías? Por fin podrás volver a leer tus cuentos antes de dormir…

- Sí, pero… ¿qué pasa con el bichejo? ¿quién le leerá ahora esos cuentos sin palabras?

Al oírla decir aquello, Papá comprendió lo que le pasaba.

- Pues tú, Nerea. Que para eso eres su hermana mayor…

Y así fue. Nerea siguió contándole cuentos a su hermano pequeño noche tras noche, día tras día, hasta que el bichejo fue tan mayor que pudo leerlos él solo

lunes, 25 de marzo de 2013

Cuento: Castillos de arena


Estaban los dos en la orilla del mar, en la arena clara, húmeda, buena para hacer castillos. Y eso estaban haciendo: un castillo de arena.
Más alto, papi, más alto. Ponle también una torre cuadrada en el centro, y un puente levadizo hazle.
Lo que tú quieras... si me ayudas.
El niño está de rodillas en la arena, volviéndose poco a poco más pequeño que su castillo.
Pero yo no sé...
Sí que sabes. A ver, ¿qué es esto?
El niño achica los ojos.
-Un soldadito haciendo guardia en la muralla.
¿Y esto?
Una ventana.
¿Y qué se ve dentro de la ventana?
La princesa del castillo.
El padre sonríe, sacudiéndose la arena de las manos.
¿Ves como sí puedes ayudar?
El castillo es tan lindo que da pena dejarlo. Pero se hace tarde y la comida se enfría. El niño le pide al sol:
Cuídame el castillo.
Y a las olas:
Vigílenlo.
Y a las gaviotas:
Si alguien viene, me avisan.
El sol se fue a iluminar el otro lado del mundo, las gaviotas se perdieron en la oscuridad y las olas subieron y bajaron.
Por la mañana, el castillo no estaba.
¡Alguien lo ha robado!? lloró el niño.
Nadie roba castillos de arena, hijo.
¡Entonces lo pisotearon!
No hay huellas de pies en la arena.
Padre e hijo se miraron. Lentamente en los ojos de uno se encendió una chispita que pasó a los ojos del otro.
¿Tú crees que fueron Los Enemigos?
Sí: los enemigos del castillo, que vinieron durante la noche con sus caballos, sus arqueros y sus catapultas. Seguramente fue el Rey Sargazo, siempre belicoso.
¡Ay, chico, tan lindo que era el castillito! suspiró el niño, y enseguida pidió Hazme otro, ¡pero que sea más grande, más fuerte y más alto! Ponle doble muralla y un foso todo alrededor. Yo buscaré soldados para que hagan guardia de día y de noche.
Trabajaron todo el día juntos en el castillo de arena. Con ramitas, pedazos de plantas marinas y conchas lo reforzaron y habitaron. En lo alto de la torre había otra vez una ventana y en la ventana había una princesa.
¡La princesa Caracola!
La princesa Caracola
bate con peine de nácar
sus cabellos de ola loca.
Toma su espejo de plata
y en él se ve más hermosa
que la sirena de Dacka.
Papi, ¿dónde queda Dacka?
¿La de la geografía o la del cuento?
La... del cuento.
Donde que tú quieras.
El castillo es tan grande y fuerte que no da miedo dejarlo. Así y todo, el niño le encarga a sus viejas amigas las nubes que lo cuiden, y a un cangrejo moro le ruega que ayude cuando los enemigos ataquen, y al cocotero de pencas susurrantes, le pide que avise si hay peligro.
Por la mañana, junto al mar frío, quieto y transparente, la arena parece acabada de traer del taller de Máximo Universo. No hay ni huella del castillo.
¡Otra vez, papi! ¿Tú ves?
Se fue nuestro castillo.
¿Se fue...?
Navegando por esos mares, o volando por esos aires o rodando por esas tierras.
¡Un castillo de arena no flota, no vuela, no rueda!
Grano a grano, sí.
Entonces no es un castillo.
Cuando algo se hace bien, cada grano del algo es como el algo entero.
¡Sí, sí, pero no...!
No llores. Haremos otro.
El tercero fue el mejor. No solo tenía muralla, fosos y torres para defenderlo, también tenía jardines que el niño llenó de maticas costeras y un patio donde, con la cáscara de un coco y un pedazo de coral, armaron un carruaje para la princesa.
La princesa Caracola
dejó su plata y su nácar
para montar, tan dichosa,
un coche sin fausto ni laca.
¿Quién es Fausto? ¿Qué cosa es laca?
Fausto era solo una palabra de lujo y laca una cosa que brilla, pero si quieres, Fausto será el caballo y laca, abreviación de lacayo.
Mientras la princesa canta terminan el castillo de arena. Ha resultado tan fascinante que el niño no quiere irse cuando el día acaba. Y no le pide a nadie que lo vigile porque esta vez va a velar él mismo.
Pero el sueño, su compañero de todas las noches, lo visita y cuando despierta la arena está lisa y limpia, húmeda y blanda, como la arcilla que espera al alfarero.
¿Por qué? solloza el niño?. ¿Por qué...?
Porque tiene que ser; porque es el destino de los castillos de arena? responde el padre.
¡Mentira! "Porque sí" no es una respuesta; tú me lo has dicho millones de veces... Yo quería mi castillo.
El padre sonríe un poco.
¿Cuál?
¿...?
¿Cuál de ellos quieres: el primero, el segundo o el tercero?
...
Si no hubiera desaparecido el primero, no hubiéramos hecho el segundo, ni el último habría podido mejorar al del medio. ¿Te imaginas lo que sucedería si se conservaran todos los castillos de arena que la gente ha hecho? Aquí estarían los que tu abuelo construyó para mí y los que yo hice cuando tú aún no existías. ¿Crees que sobraría espacio para nuevos castillos? En lugar de playa habría una ciudad en miniatura y tú nunca habrías aprendido a construir castillos de arena.
El niño permaneció unos segundos en silencio, y entonces preguntó:
¿Y la princesa Caracola?
Ella puede vivir en un lugar mucho más modesto que un castillo. Le basta con una cabaña de nácar... como ésta.
El padre le alcanza al hijo un gran caracol blanco, amarillo y rosado como el amanecer, y lo invita a acercárselo al oído.
¿Oyes?
¡La princesa Caracola! ¡Está cantando!... Pero ahora no entiendo su canción.
Porque usa el lenguaje oleaje, que es el idioma del mar. Así es hasta que alguien hace un castillo de arena y ella puede asomarse a la ventana para cantar en el idioma del hombre o el niño que construye.
Papi...
¿Qué?
Vamos a hacer otro castillo.

Joel Franz Rosell
Tomado de Los cuentos del mago y el mago del cuento.
Ediciones de la Torre, 1995

lunes, 18 de marzo de 2013

Abuelita, cuéntame un cuento!


Mi abuela, que es sabia,
siempre ha tenido
guardados los cuentos
que tiene aprendidos.
Es feliz si un niño pide
que le cuente un cuento,
y más feliz si ese niño
es uno de sus nietos.
Abuelita, soy Jorge,
cuentame un cuento,
sí mi cielo, yo te cuento,
sientate a gusto y mira mi cara
para ver como salen de
mi boca las palabras.
En el lago del jardín
entre sauces y geránios
hay una casa de piedra
y una familia de patos.
Mamá Tina ha reunido
a sus hijos los patitos,
es la hora de la clase,
nadaremos un ratito.
Uno a uno se lanzan
a las aguas, tras la madre,
animando al pequeñito
a seguirles al instante.
Duda un poco,
tiene miedo,
cierra los ojos,
levanta el vuelo,
ya está en el agua,
no pasa nada,
abre los ojos,
sonríe contento.
Mamá pata delante
después los patitos,
cantan felices
nadando un ratito.

Sé feliz leyendo







Más cuentos y fábulas


Les dejamos aquí otro enlace en el que podrán encontrar variedad de cuentos y fábulas para los niños y niñas. Es una página web muy interesante ya que hay multitud de cuentos y además, estos se encuentran ordenados alfabéticamente. Esperamos que les guste, entren al maravilloso mundo de la lectura.

Haz click en este enlace: http://pacomova.eresmas.net/


Noticias sobre educación



En el enlace que encontrarán a continuación podrán observar un vídeo noticiario de gran interés como futuros docentes. Dicha noticia expone el suspenso del 86% de  los 14.110 profesores que realizaron una prueba de conocimientos generales para aspirar a una plaza docente en Madrid. Los errores cometidos por los profesores han sido de gran gravedad, tal como poner Navarra con B o Valladolid terminado en Z. En el siguiente enlace podrán ver un vídeo completo sobre dicha noticia.

http://www.elcorreo.com/vizcaya/20130315/mas-actualidad/sociedad/aspirantes-profesor-saben-provincias-201303151454.html


Si quieren ver más noticias sobre temas relacionados con Educación Primaria, haz click aquí

martes, 12 de marzo de 2013

Sabías que...



Un total de 785 millones de adultos en todo el

mundo (de los cuales dos tercios son mujeres)

no saben leer ni escribir, según datos facilitados por

la UNESCO en el Día Internacional de la

Alfabetización. Sus informes señalan que, además,

el analfabetismo amenaza con comprometer el

futuro de 100 millones de niños que no van a la

escuela.

Aunque la tasa de alfabetización ha aumentado a

nivel mundial en 10% en los últimos 20 años, lo cual

representa el acceso de cientos de millones de

personas a la educación, la situación es

particularmente crítica en África Subsahariana, en

los Estados Árabes y en Asia del Sur y del Oeste.